La jugadora argentina de beach handball Gisella Bonomi fue oficialmente presentada en el equipo portugués AD IA Sports. La neuquina es una de las integrantes de la historia dorada del deporte nacional, consagrada campeona olímpica de la juventud en 2018 y una habitual MVP de los torneos que disputa, tanto a nivel Selección como en clubes con IFES Flysummer. En el último Mundial fue nombrada “leyenda” de la disciplina.
Con sede en Marinha, Portugal, será la temporada venidera para Gisella Bonomi, pieza clave de la Selección Argentina de bech handball, consagrada a nivel olímpico con Las Kamikazes. La Associação Desportiva IA SPORTS confirmó su ingreso al equipo. Compartirá su debut con otra colega nacional y de oro olímpico, Lucila Balsas, quien el pasado mes fue presentada en IA. Lucila -también de 22 años- se consagró campeona de Brasil hace apenas unas semanas y fue elegida mejor especialista en el Mundial celebrado el año pasado.
A través de sus redes sociales, la institución deportiva compartió el ingreso de Bonomi a su plantel. “La argentina de 22 años es actualmente una de las mejores pivotes del mundo. Con tan solo 17 años fue elegida mejor pivot del Mundial Junior celebrado en Mauricio en 2017”, destacaron. Además, repasaron sus recientes laureles: “Al servicio de la Selección Argentina, también fue campeona de los Juegos Sudamericanos 2022 (siendo además elegida mejor pivot de la torneo), medalla de oro de los Juegos Olímpicos de la Juventud en 2018 y medalla de bronce de los Juegos Mundiales en 2022”. A nivel clubes, ámbito en el que prestará su juego al equipo portugués, “es tricampeona en Argentina con el equipo IFES flysummer, habiendo ganado también el campeonato y la Copa de Brasil con los 360° graus na areia”.
Histórica
Gisella Bonomi y la entrenadora Leticia Brunati fueron nombradas el pasado 21 de junio dentro de las tan sólo 12 leyendas del beach handball en la ceremonia inaugural de los Mundiales de Beach Handball 2022 en Grecia, que coincidió con el 30° aniversario del primer partido de la modalidad, disputado en Italia en 1992.
Cariño autóctono
Oportunamente, la jugadora expresó en un texto presentado por el gobierno de la provincia de Río Negro su amor por las raíces que la hacen portadora de los colores celestes y blanco. “Neuquén se ha ganado mi cariño desde la primera vez que puse un pie en sus bardas. Este lugar trae consigo un aroma a hogar, a familia, a raíz. Un lugar donde aprendí sobre compromiso, compañerismo y por sobre todo a disfrutar”, comenzó relatando.
A los 7 años, sus papás dieron el primer paso en su carrera deportiva: “Me acercaron al club Alta Barda para iniciar una búsqueda no muy larga que me llevaría a encontrar mi pasión: el beach handball. Comencé con natación, mucho cloro para mi. Seguido agarré mis primeros rollers y fui por patín carrera más el viento frío me alejó dejándome con otitis. Un poco sola y desanimada ya, me fui acercando a la cancha techada donde se encontraba mi profe de educación física, Maxi Stillger, y un grupo de amigas de la escuela con quien empecé a conocer lo que se sentía conectar en equipo y familiarizarme con una pequeña pelota. Tras un tiempo de competir en el indoor durante el año escolar, me llega una propuesta de Julián Huaiquilaf, amigo y árbitro de la liga de handball neuquina, y me invita a salir de esa cancha techada para descalzarme e ir a la arena del Pellegrini, a principios del verano de 2015.”.
Allí, cuenta, conoció “una mezcla hermosa de competencia, sol, música y mucha diversión. Me empezaba a gustar cada vez más, quería que dure más que solo el verano. Fue ahí cuando viajamos por primera vez y conocí a Leticia Brunati, formadora de la selección Argentina y apasionada del beach handball, quien no solo me transmitió sus conocimientos de este deporte si no que también me dejó muchas herramientas para el camino y para la vida”.
Sobre su ingreso a la alta competencia, recuerda que en el año 2016 tuvo su primer roce internacional con la Selección Argentina , junto con ello, su primera derrota. Esto la llevó a darse cuenta “de lo que amaba esta disciplina, por lo mucho que me devastaron los resultados. Por fortuna, continuaba mi desarrollo. Pasaba mis veranos en Neuquén y el beach handball venía a mi. Una de las pocas ciudades que desde hace mucho tiempo ya es sede de los torneos más concurridos de la Patagonia y de Argentina”.
En aquel momento comenzaba a potenciarse el furor por la disciplina, por lo que cada vez más jugadores y jugadoras de la provincia compartían sus veranos a través de este deporte. Bonomi recuerda que “se formaban equipos y muchos se inventaban nombres ingeniosos. Así fue como surgió “Fly summer” con quien participábamos de torneos como los que se realizaban en Gatica al fondo y en el lago Pellegrini hasta que luego pasábamos veranos enteros adentro del campus de IFES. No hacía falta viajar muy lejos para conseguir un pedazo de arena para entrenar, ya que Gustavo Millet la acercó para nosotros. Así fue como se le empezó a dar forma a “IFES Fly summer”. Más y más jugadores se acercaron y así se formaron equipos femeninos, masculinos con divisiones A y B, de las cuales actualmente la rama femenina es tricampeona nacional y los chicos bicampeones. Pasábamos el tiempo compitiendo y disfrutando junto a nuestras familia y amigos, celebrando los logros con un gran asado”.
Su orgullo local se mantiene intacto, aunque le haya tocado volar hacia otros destinos para asentarse: “¡Mi Neuquén querida! Me siento tan afortunada de haber tenido la oportunidad de crecer y formarme para representarte como hoy lo hago. Quiero siempre dejarte en lo más alto… como aquella ceremonia al final de los Juegos de la Juventud 2018 donde la bandera argentina estaba en el asta más alta y flameaba de alegría. Siempre orgullosa de ser neuquina. Neuquén país, país”, finalizó la representante deportiva, ahora nueva incorporación a nivel clubes en Portugal.
