GONZALO PEILLAT CAMPEÓN DEL MUNDO CON ALEMANIA

El argentino Gonzalo Peillat, campeón olímpico en Río 2016, se consagró campeón en la Copa del Mundo de Hockey en la India con Alemania. Considerado como uno de los mejores ejecutores de córner cortos del mundo, Peillat dejó Los Leones al no aceptar cómo se gestionaba por entonces el equipo: “Fue mejor dar un paso al costado y puedo decir que estoy más tranquilo porque no disfrutaba esa dinámica”, señaló en la previa de Tokyo.

EFE

Gonzalo Peillat fue una pieza clave del desarrollo de la Selección Argentina entre 2011 y 2019, período en el que marcó 176 goles en 153 partidos. Considerado como uno de los mejores ejecutores de córner cortos de la disciplina a nivel mundial, por diferencias con criterios morales y de trabajo en Los Leones decidió dar un paso al costado y tomar la opción, por su doble ciudadanía, de jugar para el seleccionado alemán. Ante su calidad, claro, no faltaron entrenadores que quisieran tenerlo en sus filas.

Peillat celebró la obtención histórica del Mundial con Alemania.

Este sábado el argentino se consagró campeón del mundo en la India, convirtiendo un gol -llevando en el minuto 40 a la paridad parcial-en la final disputada con Bélgica, otra selección de gran crecimiento. La historia que llegó al final del tiempo con un empate en 3-3 se definió en los shoot-outs, con los teutones imponiéndose 5-4.

Su salida de Los Leones

“A mí me traicionaron, me mintieron y me dejaron expuesto a situaciones inmanejables”, gatilló Gonzalo Peillat cuando rompió el silencio, apenas separado del plantel por decisión personal ante lo que creía era una injusticia. Luego del hecho más trascendental en la historia del hockey masculino argentino, aquella medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, el jugador más importante de la época contemporánea de la disciplina dio su primer paso al costado.

“Yo tuve dos renuncias. La primera fue directamente después de los Juegos Olímpicos y por ahí creo que fue la más mediática, por cómo se dio todo. Veníamos de ganar la medalla dorada en Río y éramos un equipo que estaba ahí y pasó lo que pasó con el entrenador (Carlos Retegui)”, contó. Luego de eso, Retegui adelantó que iniciaría un nuevo ciclo porque no sentía ganas de continuar entrenando a Los Leones. Sin embargo, más tarde tomó más responsabilidades. “Entonces dí mi punto de vista, que esto me parecía deshonesto de parte del equipo (aceptarlo) y a nadie del hockey le resultó raro”, marcó en diálogo con ESPN. En ese contexto, Gonzalo advirtió que “muchos se empezaron a querer acomodar, a pensar que siendo campeones olímpicos eran intocables o irreemplazables y se les permitió hacer o deshacer, no sé… Y ahí hablo tanto de jugadores como de entrenadores”.

Más tarde, cuando se generaron movimientos en el banco de Los Leones al ingresar Germán Orozco a la dirección del equipo, parecía haber vientos nuevos pero Peillat identificaba “que veníamos arrastrando lo mismo del proceso anterior, todas las cosas estaban manejadas por los jugadores. Era una cosa que no me cerraba”. Al observar que varios de sus compañeros no acompañaban las indicaciones del entrenador, le advirtió con claridad que la dirigencia pretendía que regresara el anterior headcouch, por lo que debía preparase porque le iban a “hacer una cama”. Sus palabras resonaron tiempo después como una profesía, porque Orozco perdió su puesto por una decisión dirigencial y públicamente recordó la advertencia del jugador.

“En la Selección Argentina tienen que estar los mejores. Los mejores jugadores, el mejor ayudante, el mejor técnico, el mejor PF. No el amigo que es de natación y ‘dale, ponelo que total no pasa nada’”.

Gonzalo Peillat, jugador de la Selección Alemana

Oportunamente, en una nota concedida al medio Página 12, Peillat señaló los motivos que lo llevaron a distanciarse del seleccionado argentino. Incongruencias a la hora de decidir las participaciones, en las que el portador de ciudadanía europea identificaba preferencias por sobre prioridades que deberían marcarse en una Selección, tales como el compromiso a la hora de asistir a los entrenamientos y el sacrificio para ponderar la defensa de la camiseta celeste y blanca por sobre actividades personales.

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