La remera nicoleña Sol Amaya, quien fuera campeona olímpica de la juventud en Buenos Aires 2018, ya es oficialmente integrante de la Selección Argentina. Su regreso quedó sellado tras pasar con éxito los testeos que se realizaron en el equipo tras una importante concentración en la capital bonaerense en el mes de enero. La integrante del Club de Regatas de San Nicolás remarcó -luego de consagrarse campeona nacional nuevamente- que pudo volver a disfrutar de su deporte, algo que por diversos motivos del alto rendimiento había perdido y la llevó a distanciarse de la celeste y blanca.
La nicoleña y campeona olímpica juvenil en 2018, Sol Amaya, ha vuelto a asegurar su lugar en el selectivo de la Selección Argentina de Remo. Tras un período de concentración junto al grupo nacional, donde tuvo la oportunidad de reencontrarse con compañeros como Evelyn Silvestro, Amaya superó los controles realizadas por el cuerpo técnico, según ha confirmado su equipo local al que pertenece, el Club de Regatas de San Nicolás.
Sol tuvo períodos anteriores vistiendo los colores celeste y blanco, pero por el desgaste generado a partir de las condiciones que implica el alto rendimiento deportivo, decidió dar un paso al costado para preservar su salud mental. Tras consagrarse campeona argentina -nuevamente- el pasado año 2023, la remera destacó que pudo volver a disfrutar de hacer su deporte, lo que sin dudas ha sido el impulso para que regrese a la Selección y así buscar agrandar la historia.
En la agenda próxima de Argentina se encuentran importantes desafíos, con el objetivo de los Juegos Olímpicos París 2024 como el epicentro. Del 14 al 17 de marzo, en Río de Janeiro, Brasil, se desarrollará el Campeonato Sudamericano de Remo. En la misma locación, y hasta el 22 del mismo mes, tendrá lugar el Preolímpico, que otorgará cupos directos al evento de los cinco anillos. Sólo quedará una chance mas, luego de eso, de clasificar a París.
Remera de oro
María Sol Amaya ganó la primera medalla de oro para Argentina en los III Juegos Olímpicos de la Juventud – Buenos Aires 2018, al imponerse en las dos regatas en las que participó (sumadas a las cuatro que ya había ganado en este certamen), en los 500 metros de la categoría single scull.
En la final, la palista de San Nicolás de los Arroyos (que el 24 de septiembre anterior al evento había cumplido sus 18 años) estableció un tiempo de 1 minuto, 43 segundos y 81 centésimas, superando a la sueca Elin Lindroth (1:44:31), la estonia Greta Jaanson (1:46:13) y la uzbeca Luizakhon Islomova (1:51:21).
Hija de dos remeros olímpicos (su madre, Dolores Amaya, compitió en Atlanta 1996 y había clasificado para Sydney 2000, pero finalmente no pudo competir porque estaba embarazada de María Sol) había accedido a esta regata por medallas luego de imponerse, media hora antes, en una de las semifinales al marcar 1:45:11 para dejar atrás a la estonia Jaanson (1:46:13), la australiana Taylor McCarthy Smith (1:48:91) y a la francesa Lucine Ahyi (1:50:23).
