Gabriel Deck, el jugador que comenzó practicando con un aro hecho con el volante de un tractor, tiene hoy una nueva recompensa a su sacrificio. El Real Madrid -de las máximas glorias del básquet europeo- decidió reforzar el vínculo con “El Tortu”, extendiéndolo hasta el 2028. El argentino consiguió, entre otros logros, una Copa de Europa, dos Ligas, una Copa del Rey y cuatro Supercopas.
El Real Madrid anunció de manera oficial que ha hecho efectiva la ampliación del contrato del jugador argentino Gabriel Deck, quien ha demostrado su valía y compromiso durante las cinco temporadas en las que formó parte del equipo. El acuerdo firmado vincula al talentoso jugador al club hasta el 30 de junio de 2028.
Durante su trayectoria en el Real Madrid, Deck ha dejado una huella imborrable, conquistando un total de ocho títulos para el club. Entre estos logros destacan desde el equipo español una Copa de Europa, dos Ligas, una Copa del Rey y cuatro Supercopas de España. Su entrega y rendimiento en el terreno de juego lo han convertido en un jugador clave en los éxitos del combinado.
No solo ha brillado en el ámbito europeo, sino también con la Selección Argentina, en la que es una referencia. Gabriel Deck ha sido fundamental para el equipo nacional, ganando dos medallas de oro: en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y la AmeriCup de 2022. Además, ha obtenido tres medallas de Plata en la AmeriCup de 2015 y 2017, así como en la Copa del Mundo de 2019. Sus habilidades y liderazgo han sido reconocidos a nivel individual, ya que fue elegido MVP e integrante del quinteto ideal de la AmeriCup 2022.
Para dar cuenta de su valor humano, además, es preciso por ejemplo llegar al mes de febrero pasado. “Tortu” Deck decidió tomar un avión y llegar a Mar del Plata con nulo descanso ante el peligro que corría la Selección albiceleste de quedar sin participación en el próximo Mundial.
De Santiago para el mundo
Sus inicios en el básquet se remontan a una infancia plagada de carencias en su Colonia Dora natal, para luego dar paso a una gloriosa etapa en Quimsa, equipo de la provincia de Santiago del Estero.
Un volante de tractor cuelga de un manojo de palos. En un pueblito, un chico jugando al básquet con la camiseta de Manu Ginóbili lo usa de aro. Toma la mano de su hermano para partir de Colonia Dora y que sus padres no tengan que esforzarse por llenar los platos con comida. Al borde de la cancha, Kobe Bryant agarra esas manos que cosechaban alfalfa para felicitarlo.
Como en ese entonces, juega con amigos y amor por la camiseta. Sólo existen dos diferencias: la tela tiene estampado el apellido Deck y esa cancha de tierra se convirtió, por ejemplo, en un estadio de China en la final del mundo. “Esto es básquet, chango”, la frase registrada del jugador que representa los valores y tradiciones argentinos, ahora con contrato -merecidamente- extendido.
